Soy Agustín Ostric, un fotógrafo apasionado por los paisajes y las escenas nocturnas. Nacido en Argentina y actualmente residiendo en Nueva Zelanda, mi travesía en el mundo de la fotografía comenzó hace años, cuando descubrí mi verdadera pasión y decidí dejar atrás las expectativas convencionales de que mi profesión debía ser para toda la vida. Sin haber tomado clases formales, me convertí en un autodidacta, forjando y perfeccionando mis habilidades por cuenta propia, explorando mi creatividad para capturar la esencia misma de todo lo que me rodea a través de la lente de mi cámara.
En mi camino fotográfico, mi estilo se ha forjado a partir de mi dedicación hacia los detalles y una constante determinación por desafiar mis propios límites en cada toma. Aunque encuentro placer en capturar una amplia variedad de temas, mi pasión florece especialmente en la fotografía astronómica, donde la emoción de explorar los cielos nocturnos me lleva a adentrarme en los rincones más remotos y oscuros, en busca de fusionar la asombrosa grandeza de los paisajes terrestres. Esta unión entre la tierra y el cielo se ha convertido en el foco de mi trabajo, alimentando mi viaje creativo con una continua fascinación e inspiración..
“La fotografía se convirtió en mi puente hacia la naturaleza, permitiéndome capturar su belleza y compartir esa conexión con los demás. Pero más allá de eso, me ha brindado una comprensión más profunda y consciente de mi lugar en este mundo que habitamos juntos.”
En mi proceso creativo, especialmente cuando me adentro en la fotografía nocturna, la captura de una imagen va más allá de la simple acción de presionar el obturador de la cámara. Cada fotografía es el resultado de una secuencia meticulosa que comienza mucho antes de enfrentarme al paisaje iluminado por las estrellas y se prolonga más allá del regreso a casa.
El trayecto de una imagen comienza con una idea clara o un objetivo definido: decidir qué historia visual deseo retratar. A partir de ahí, se despliega un proceso de planificación. Evalúo el clima, la nubosidad y elijo estratégicamente el lugar al que me dirigiré. En ciertas ocasiones, llego con una imagen preconcebida en mi mente, fruto de experiencias anteriores, mientras que en otros momentos, me aventuro a explorar rincones desconocidos. Durante esos instantes, dedico tiempo a explorar, buscando ángulos y composiciones únicas que expresen la esencia particular del entorno.
Una vez completada esta exploración, aguardo con paciencia el momento perfecto para capturar la fotografía deseada. Al retornar a casa, se inicia la etapa de post-procesado, un componente vital en mi proceso creativo. Aquí es donde toda la información recopilada en el terreno cobra vida. Utilizando diversas herramientas y técnicas, transformo los datos crudos en la imagen final que concebí desde el principio. Esta fase de edición es crucial, ya que fusiona la destreza técnica con la visión artística para dar forma a la fotografía que había visualizado desde el inicio.
"La emoción de explorar los cielos nocturnos me lleva a adentrarme en los rincones más remotos"
Soy Agustín Ostric, un fotógrafo apasionado por los paisajes y las escenas nocturnas. Nacido en Argentina y actualmente residiendo en Nueva Zelanda, mi travesía en el mundo de la fotografía comenzó hace años, cuando descubrí mi verdadera pasión y decidí dejar atrás las expectativas convencionales de que mi profesión debía ser para toda la vida. Sin haber tomado clases formales, me convertí en un autodidacta, forjando y perfeccionando mis habilidades por cuenta propia, explorando mi creatividad para capturar la esencia misma de todo lo que me rodea a través de la lente de mi cámara.
En mi camino fotográfico, mi estilo se ha forjado a partir de mi dedicación hacia los detalles y una constante determinación por desafiar mis propios límites en cada toma. Aunque encuentro placer en capturar una amplia variedad de temas, mi pasión florece especialmente en la fotografía astronómica, donde la emoción de explorar los cielos nocturnos me lleva a adentrarme en los rincones más remotos y oscuros, en busca de fusionar la asombrosa grandeza de los paisajes terrestres. Esta unión entre la tierra y el cielo se ha convertido en el foco de mi trabajo, alimentando mi viaje creativo con una continua fascinación e inspiración..
En mi proceso creativo, especialmente cuando me adentro en la fotografía nocturna, la captura de una imagen va más allá de la simple acción de presionar el obturador de la cámara. Cada fotografía es el resultado de una secuencia meticulosa que comienza mucho antes de enfrentarme al paisaje iluminado por las estrellas y se prolonga más allá del regreso a casa.
El trayecto de una imagen comienza con una idea clara o un objetivo definido: decidir qué historia visual deseo retratar. A partir de ahí, se despliega un proceso de planificación. Evalúo el clima, la nubosidad y elijo estratégicamente el lugar al que me dirigiré. En ciertas ocasiones, llego con una imagen preconcebida en mi mente, fruto de experiencias anteriores, mientras que en otros momentos, me aventuro a explorar rincones desconocidos. Durante esos instantes, dedico tiempo a explorar, buscando ángulos y composiciones únicas que expresen la esencia particular del entorno.
Una vez completada esta exploración, aguardo con paciencia el momento perfecto para capturar la fotografía deseada. Al retornar a casa, se inicia la etapa de post-procesado, un componente vital en mi proceso creativo. Aquí es donde toda la información recopilada en el terreno cobra vida. Utilizando diversas herramientas y técnicas, transformo los datos crudos en la imagen final que concebí desde el principio. Esta fase de edición es crucial, ya que fusiona la destreza técnica con la visión artística para dar forma a la fotografía que había visualizado desde el inicio.